ALGO PASA CON MARCIA...
Marcia de Miraval, 10 Diciembre 2008 |
Desde octubre de 2009, Marcia sufrió un gran bajón. Aunque se recuperó poco a poco, en mayo de 2010 volvieron las convulsiones y su estado se agravó mucho. Nuestra pequeña luchadora salió adelante una vez más, contra todo pronóstico, aunque su calidad de vida ya no era la que esperábamos. Tras un terrible ataque el 2 de agosto por la tarde, decidimos poner fin a su sufrimiento y nos despedimos de nuestra valiente y voluntariosa "Marcianita" con lágrimas pero con amor... recordándola tan bella como estaba el día que le hicimos esta foto, en la Navidad del 2008. *********
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HE AQUÍ LA HISTORIA DE NUESTRA MARCIA
El día 3 de Octubre del 2006, Lunita tuvo su segunda camada. Fue un parto fácil, algo largo porque vinieron al mundo 5 gatitos, pero sin complicaciones. Dos machos (Darcy y Tristam) y tres hembras: la arlequina azul Nora y dos 'gemelas' blancas de ojos cobre (Guinevere y Marcia). A ésta última le pusimos este nombre porque recién nacida era idéntica a su padre, el robusto y bellísimo Marc.
Marcia de Miraval, 1 día de vida
Desde que nació, Marcia destacó del grupo por su insaciable apetito. Como eran 5 gatitos y Luna tenía un antecedente de mastitis con su primera camada, yo vigilaba muy atentamente sus mamas y le daba un suplemento de leche a los gatitos diariamente. Cuando me oía entrar y olisqueaba la leche caliente con su diminuta naricilla, Marcia pegaba un salto y reptaba hacia mí chillando a pleno pulmón. Nunca parecía estar saciada, tragaba y tragaba leche, repetía siempre su dosis con la jeringuilla, y succionaba tan fuerte que casi la vaciaba de un chupetazo:)) Sin embargo, pesaba siempre 2-3 gms. menos que sus hermanos. Pensé que quizá era tan nerviosa que no mamaba bien, que le costaba agarrarse de la teta de su madre. Tampoco Luna era una madre muy paciente, y quizá le exasperaba el carácter de aquella enanita vociferante... Traté de no darle demasiada importancia, aunque seguía vigilando el peso de los gatitos muy estrechamente. Pero cuando la camada cumplió dos meses, a primeros de Diciembre de 2006, aunque su aspecto general era bueno, tenía un pelo precioso y enormes ojos ámbar, Marcia ya se diferenciaba mucho de sus hermanitos:
Probamos con las veterinarias más cercanas, y tuve que insistirles mucho para que le hicieran a Marcia un análisis de sangre. "La gatita tenía buen aspecto, y si era más pequeña que sus hermanos, eso no quería decir nada, también ocurre con los humanos, no hay que preocuparse ni ponerse histérica"... yo a todo les decía que sí, que quizá... pero que por si acaso, quería una analítica de sangre general, por ejemplo la típica de un preoperatorio. A los pocos días teníamos el resultado: todo absolutamente normal. Ni enzimas hepáticas alteradas, ni anemia, ni signo alguno de infección o virus... Así que me tranquilizaron diciendo que la gatita 'era así', y que me olvidase del tema. Que en todo caso, por si tuviese alguna alteración pancreática, algún problema digestivo, que le diese unas enzimas pancreáticas. Enzimas que, por supuesto, nunca le compré. A primeros de Febrero pedí que trajeran un ecógrafo, estaba convencida de que Marcia no estaba bien, la diferencia con sus hermanos llegaba ya a los 500 gms, y Marcia apenas pesaba 1 kg con 4 meses de vida. Y, aunque creían que seguía siendo una exagerada obsesiva e histérica, accedieron finalmente a llamar a un especialista para hacerle a Marcia un examen ecográfico por ultrasonidos. Y fue entonces cuando escuché por vez primera una palabra entonces completamente incomprensible y vacía de significado para mí: "¿ 'Posible sun'?-pregunté- ¿Qué es un sun?". Y me explicó de forma muy resumida lo que suponía ese problema congénito en el hígado. Marcia tenía un hígado pequeño y los riñones con calcificaciones, así como la vejiga con abundante sedimentación y microcálculos, constipación e inflamación gastrointestinal... Todo encajaba, aunque no había podido visualizar en concreto el lugar del shunt. Al llegar a casa, le tomé una muestra de orina [esperando a que hiciera pis para recogerlo en un recipiente estéril y absorbiendo después buena parte del contenido, que era de color ligeramente grisáceo, con una jeringuilla grande] y se lo llevé a la veterinaria. Esa misma tarde me dieron los resultados: Marcia tenía cristales de ureato amónico, otro de los síntomas característicos del shunt portosistémico. Marcia, poco a poco, había ido desmejorando y por entonces presentaba ya este aspecto:
Pero nadie parecía acertar con su tratamiento. Además, Marcia odiaba el Hill´s k/d y sólo quería comer aquello que más le gustaba, comida húmeda que compartía con su íntima amiga Guiomar. Seguía teniendo un extraordinario apetito, creo que eso fue lo que la mantuvo con vida durante todos esos meses, sus ganas de vivir... y su extraordinario afecto por mí, ya que me seguía a todas partes, a todas horas, y sólo durante la noche consentía en separarse de mi lado. Por aquel tiempo, Marcia tenía un día bueno y dos malos, pero milagrosamente, vivía, y su calidad de vida era buena.
Marcia, 27 Febrero 2007 Como nadie me había advertido de los efectos tan devastadores que tendría en su organismo aquella incorrecta alimentación, como me limitaba a darle antibióticos para controlar la proliferación de bacterias y gérmenes en su aparato digestivo, ya que esa fue la única prescripción de sus veterinarias, Marcia poco a poco fue empeorando... Estaba muy delgada y débil, su pelo tenía una condición pobre, su mirada de un intenso y profundo cobre rojizo era triste y un gesto de dolor marcaba su preciosa carita. A veces, babeaba o sufría cierta letargia. Yo sentía que Marcia se nos iba, que a pesar de su lucha y de mis intentos por ayudarla, no había nada que hacer... pero no me rendí. A mediados de Abril la llevé a otro veterinario, alguien a quien considero uno de los mejores especialistas en ecografía de pequeños animales en España. Le hicimos un doppler, pero tampoco se pudo encontrar el shunt. Si acaso cierta vascularización hepática... Bien, parecía necesario confirmar el diagnóstico con otras pruebas, empezando por un análisis de amoníaco en sangre. Pero Marcia tenía que acudir en ayunas más de 8 horas antes, y eso era francamente difícil, ya que se negaba a estar encerrada y además si no comía frecuentemente, babeaba, se le disparaban los ácidos biliares. Por otra parte, yo no podía mantener en ayunas a todos los demás gatos de la casa. Tuve también problemas para ausentarme del trabajo, donde Marcia ya era tristemente célebre por mis peregrinaciones veterinarias... En fin, lo fui dilatando hasta que el 15 de Mayo, Marcia tuvo su primer celo y eso desencadenó una crisis aguda en su enfermedad: después de babear durante horas, el día de San Isidro empezó con convulsiones, confusión mental... y cayó en un profundo sopor, del que apenas despertaba para gemir, mirándome con los ojos entrecerrados. El veterinario de urgencia ese día la examinó rutinariamente, ya que al no tener su informe-decía-, como nunca antes la había visto, no quería arriesgarse. Yo le pedí que le inyectase Valium urgentemente para acabar con sus convulsiones, ya que una crisis de encefalitis hepática como esta podría matarla por fallo cardíaco. Pero no tenía... ¡sorprendentemente, no tenía Diazepan en una clínica veterinaria!!!! Todo lo que hizo fue palparla, decirme que notaba cierta obstrucción en la vejiga y recetarme Diazepan por vía oral para que lo comprase en la farmacia. Salí de allí convencida de que Marcia se me moriría en cuestión de horas... completamente destrozada. Y mi terror aumentó cuando, al llegar a casa, encontré el pañal absorbente que le había puesto en el transportín ¡empapado de sangre! Sangre que no pude determinar entonces de dónde provenía, aunque sospeché que la había orinado, ya que no había ninguna herida, ni había vomitado o defecado... Marcia tampoco iba a rendirse entonces: durante dos días, durante los cuales orinaba cada vez más clarito, le di el Diazepam (media pastilla de un genérico de 2,5 mgs) mañana y noche, ayudándole a tragarla con una bebida isotónica; las convulsiones cesaron a las 24 horas. Empecé a darle leche Kaiku (sin lactosa) tibia con una jeringuilla, y Marcia bebía ávidamente, aunque seguía postrada, como en coma. Creo que había tenido un cólico nefrítico y había expulsado las piedras o la arenilla, de ahí los dolores, la hematuria, la postración... Pero una semana después, Marcia se había recuperado casi por completo y presentaba ya este aspecto:
Marcia, 20 Mayo 2007 Tengo que agradecerle su ayuda a un grupo de gente muy especial, los únicos que sí supieron darme el tratamiento adecuado para Marcia, por encima de cualquier otra consideración, por encima de pruebas costosas y molestas, por encima de hipótesis y de miedos... Están todos muy lejos, pero sin embargo les he sentido muy próximos en los últimos dos meses, y sé que gracias a ellos Marcia ha vuelto a la vida y ha podido mejorar extraordinariamente. Nos reunimos todos en el ciberespacio, en Yahoo!Groups: Liver Shunt & MVD/HMD Support http://pets.groups.yahoo.com/group/Liver_Shunt_And_MVD_Support/ Gracias a Debra, Grace, Susan.. gracias a todos por explicarme cómo tenía que cuidar de Marcia, porque habéis sido los únicos que realmente me distéis una solución, vosotros, que no sóis veterinarios... Ahora Marcia sigue un tratamiento muy simple: 1) Lactulosa (Duphalac) varias veces al día.---- 2) Protector hepático (Denosyl o Hepatocan).---- 3) Dieta baja en proteínas, en especial alimentar con Hill´s l/d Aunque, como es muy glotona, de vez en cuando come alguna que otra cosilla que no debería... pero una dosis extra de lactulosa suele ser suficiente para solucionar el problema. Hoy Marcia apenas babea (si acaso, se le humedece la nariz) y lleva una vida completamente normal, aunque sigue estando débil y pesa apenas 2 kilos. Pero ella prefiere vivir en grupo, antes que estar aislada de todos en una burbuja aséptica. Sigue su dieta de Hill´s l/d varias veces al día, y también come pienso... o fruta, arroz, atún al natural, y pollo asado... Quizá lo ideal sería que viviese ella sola en una casa donde le pudieran dedicar el cien por cien de las atenciones, darle sólo pienso de dieta l/d, hacerle todas las pruebas necesarias, o incluso someterla a una costosa cirugía... pero quién sabe, quizá entonces Marcia no sería feliz. Y yo creo que ahora, con nosotros, ella se siente bien, y a veces juega, salta, corre, gorjea como un diminuto gremlin, y otras descansa, o deja vagar su mirada de cobre a través de la ventana, y su pensamiento vuela muy allá, tal vez sólo ella pueda vivir entre dos mundos, y cruzar el mítico arco iris para después volver a este mundo y seguir a nuestro lado... enseñándonos día a día que no importa cuánto vives sino con cuánta intensidad.
Marcia el 10 de Diciembre 2008
FINCH, UN GUAPÍSIMO MAINE COON QUE
VIVE EN SOMERSET (GRAN BRETAÑA)
16/08/2010 |