EL ANGORA TURCO
Modelo ideal de Angora Turco |
Amadís de
MiravaL, |
HISTORIA
El
Angora Turco es un gato bastante desconocido. Aunque se piensa que es una de las
razas felinas más antiguas, apenas hay un pequeño grupo de criadores en
Europa. Quizá parezca una pena, pero también pudiera ser una ventaja: su
rareza le ha permitido salvarse de las alteraciones sufridas por otras razas. Y
los criadores que nos empeñamos en la ardua tarea de criar Angoras Turcos
tratamos, por encima de todo, de preservar estas sorprendentes cualidades y
ampliar el material genético facilitando el intercambio de animales de pura
raza por todo el mundo. Es el caso de los Angoras Turcos importados del Zoo de
Ankara (Turquía), los llamados Foundation animals, imprescindibles en cualquier
programa de cría que pretenda mantener la apariencia física de esta raza
siempre próxima a la del original. No obstante, a pesar de la aparición de
nuevas líneas, los esfuerzos por conseguir un standard homogéneo no han dado
todavía su fruto…
Como su nombre indica, el Angora Turco es
originario de Ankara (Turquía), donde los ejemplares blancos de ojos dispares
de esta raza, denominados Ankara
kedi, son el símbolo tradicional de la
pureza, considerados por el pueblo turco como su tesoro nacional.
Curiosamente, hay un nombre específico para muchas de las variedades de
color del Angora Turco: sarmen si se
trata de un rojo tabby, o teku si nos encontramos con un silver
tabby.
Existen tres diferentes
teorías
acerca del origen del Angora. La primera sugiere
que evolucionó a partir de la cría del Felis
manul (gato salvaje) en China y Tartaria, desde donde llegó a Turquía;
pero no hay ninguna prueba o evidencia científica de esta posibilidad.
La teoría más aceptada explica la
transformación de una antigua raza de gatos domésticos afincados en el sur de
Rusia (Cáucaso) que desarrolló un largo pelaje para defenderse de los
terribles fríos invernales. Esta raza llegó hasta Persia, India y Asia Menor
(la actual Turquía) entre los siglos IX y XI, en las caravanas de los
mercaderes que cruzaban Turquía e Irán, y sería el origen de los Angoras y de
los Persas. Ya en el siglo X, los vikingos llevaron algunos de estos gatos a los
países nórdicos, de regreso de sus correrías, con lo que el Angora Turco sería
uno de los antepasados más lejanos del Bosque de Noruega. El Maine Coon podría
ser también el resultado del cruce entre Angoras Turcos importados y los gatos
autóctonos de la zona del Maine.[1] Y aún hay quien opina que el Angora llegó desde las frías montañas de Persia gracias a las invasiones islámicas del siglo XV. En Turquía, su pelaje se hizo más ligero, diferenciándose de sus ancestros los Persas. Lo cierto es que el Angora Turco es una raza documentada hacia el siglo XV, y se dice, aunque no queda constancia de ello, que fue el primer gato de pelo largo que llegó a Europa ya a finales del siglo XVI, como regalo del Sultán turco a las familias nobles inglesas y francesas. Poco después, el italiano aristócrata y viajero Pietro della Valle, destacado naturalista, trajo a Europa los primeros Angoras Turcos, pues se sintió maravillado con aquellos felinos de sobria belleza que había descubierto durante sus viajes (1614-26) a través de la India, Persia y Turquía. Sus descripciones acerca de los ejemplares de aquel tiempo nos permiten imaginar un gato de talla media, del estilo de los actuales gatos comunes, pero en absoluto frágil (como algunos todavía creen). También concuerda la descripción de della Valle con su aspecto elegante, debido especialmente a su sedoso y fino pelaje. Un contemporáneo de della Valle y discípulo de Galileo, el francés Nicholas-Claude Fabri, señor de Peiresc, también quedó impresionado con esta raza y fue el primer criador europeo de Angoras Turcos, ya entrado el primer cuarto del siglo XVII. Fabri ofreció como regalo un precioso gatito blanco al Cardenal Richelieu… y pronto el Angora Turco se convertiría en un gato muy popular entre la nobleza y la corte francesas durante los siglos XVII y XVIII, llegando a ser un símbolo de la realeza. Se pagaban auténticas fortunas para conseguir un ejemplar…
Sin embargo, a principios del siglo XIX, el
glamuroso Persa se convirtió en la raza favorita y el Angora pasó a ser un
mero exotismo, una rareza. Poco a poco, los ejemplares de Angora Turco de pura
raza fueron quedando relegados. En 1887, el British Cat Fancy decidió que todos
los gatos de pelo largo o semilargo deberían ser denominados Persas o Gatos de
Pelo Largo, y se determinó un estandar claro para la nueva raza. Los Angoras
Turcos fueron suprimidos de este grupo y, en consecuencia, olvidados. Ya en el siglo XX, cuando el Angora estaba realmente en peligro de extinción, el Gobierno Turco decidió recuperar su "gato nacional" y todos los animales que respondían a las características morfológicas (fenotipo) de un Angora Turco fueron enjaulados en el Zoo de Ankara, para así preservar y proteger la raza aplicando un estricto programa de cría en cautividad. Programa que continúa aplicándose hoy día con los ejemplares blancos de ojos azules, ámbar o dispares: es prácticamente imposible conseguir importar un Angora Turco procedente del Zoo de Ankara.[2] Está terminantemente prohibido exportar Angoras Turcos blancos fuera del país. Y existe otro problema: se trata de felinos que viven enjaulados en condiciones casi salvajes, por lo que muchos expertos consideran que no son gatos socializados (como lo sería un gatito crecido en una casa conviviendo estrechamente con otros humanos). Además, los ejemplares del Zoo turco no cumplen el estandar ni poseen el temperamento necesario para poder ser exhibidos en una exposición felina cualquiera.
Gracias, sin embargo, a la iniciativa del
Gobierno Turco, el Angora llamó la atención de Lisa Grant, esposa del Coronel
Walter Grant, destinado en 1962 en Turquía. De regreso a los EE.UU, los Grant
importaron una pareja de Angoras Turcos: Yildiz (un macho blanco de ojos
dispares) y Yildizcik (una hembra blanca de ojos color ámbar). Y en 1966
lograron traerse una nueva pareja, Yaman y Marvis… Estos cuatro ejemplares
fueron el origen de la recuperación del Angora Turco a nivel mundial. Entre
1970-73, el Angora Turco fue finalmente aceptado y reconocido como raza por la
CFA en los EE.UU (aunque en un principio sólo los gatos blancos, hasta que en
1978 se reconocieron algunos otros colores), y se constituyó la Original
Turkish Angora Society. También en los 70, otros "Foundational" TUA
fueron importados del Zoo de Ankara hacia Inglaterra y Suecia, y la raza pudo
recuperarse nuevamente en Europa. En la década de los 60, un grupo de criadores ingleses decidió utilizar al Angora Turco para cruzarlo con algunos ejemplares de Orientales portadores del gen de pelo largo y obtener, mediante una cuidada selección, una raza hoy llamada "Angora" (realmente, pseudo-angoras) caracterizada por su cabeza más larga y angulosa y sus enormes orejas, muy diferentes de las del verdadero Angora Turco. Curiosamente, estos gatos también conservan las peculiaridades vocales de sus ancestros Orientales. [Una descripción de la raza, standard, links y fotos pueden verse en: http://www.palantir.co.uk/ang.html ] Por otra parte, el término "angora" ha sido aplicado errónea e injustificadamente por muchos para designar a cualquier gato de pelo largo, sin importar su origen o raza. Así, en nuestro país, muchos gatos comunes de pelo largo de innegable belleza, o incluso Persas sin pedigrí, se denominan "angoras" y como tales son vendidos, por lo general en las tiendas de animales, ferias y mercadillos. Un interesante galería de fotos donde se aprecia la evolución de la raza Angora Turco desde un grabado del siglo XVI hasta finales del siglo XIX puede verse en:
http://www.hosca-kal.de/oldies.ht http://angoras-lille.spaces.live.com/
Historia del Angora Turco en portugues, trad. de María Assunçao de Araújo sobre texto original de Michael Knubben-Winter: http://www.al-gharb.com/portuguese.html VÍDEO EXPLICATIVO SOBRE EL ANGORA TURCO (V.O. Inglés)
MITOS
Y LEYENDAS
Cuenta una leyenda, que la gata favorita de
Mahoma, Muezza, estaba profundamente dormida sobre la túnica del profeta,
cuando alguien le llamó. Entonces, para no interrumpir el descanso de su animal
favorito, cortó su túnica y abandonó la habitación muy despacio, con extremo
cuidado y volviendo la vista hacia atrás enternecido.
Los turcos describen la curiosa variedad de
gatos blancos con ojos dispares como "regalos
de Alá" o "tocados por Alá". Quizá
porque algunos gatitos blancos nacen con marcas de color en su cabeza, las
llamadas "marcas de Alá". O
tal vez porque Muezza, la gata idolatrada por Mahoma de la que ya hablamos, era
un ejemplar blanco de ojos dispares…
Otro mito habla de los llamados
"gatos de los deseos": si alguien tiene
un deseo muy fuerte, para que se cumpla debe colocar un gato en su regazo y
susurrar en el oído del animal su petición. Después le ofrecerá
abundantes golosinas, y si al gato le gustan, el deseo se cumplirá. Pero
esto sólo ocurre si es realmente un "gato de los deseos". Aunque
nadie sabe de su existencia con seguridad, porque trae mala suerte si alguien
cuenta que gracias a su gato su deseo se ha hecho realidad…
Según una superstición del pueblo turco,
su líder Mustafa Kemal Atatürk (fundador de la República de Turquía) renacerá
algún día y se reencarnará en un Angora Turco blanco con un ojo verde y otro
ámbar. Es por esto que los gatos con ojos dispares son reverenciados en Turquía
y reciben el nombre de Ankara
kedi.
La relación del Islam con los gatos es muy
curiosa: un devoto de Mahoma debe respetar y cuidar a todas las criaturas de Alá.
Debe alimentarlas, pero no permitirles que compartan su mismo espacio vital. Por
esta razón, los mercaderes turcos, especialemente los vendedores de alfombras,
tienen a sus Angoras Turcos en sus tiendas y almacenes. De esta forma, este
grupo social relativamente adinerado ha conseguido preservar esta raza y
ayudarles a reproducirse sin contradecir sus creencias y sin tener problemas
existenciales. Y por ello, el Angora Turco es también un símbolo de cierto
"status" social y se considera que, si alguien te lo regala, te
concede un gran honor.
APARIENCIA
Y ASPECTO FÍSICO El Angora Turco es un gato elegante pero atlético, bien proporcionado y de sobria belleza, de tamaño entre pequeño y mediano: las hembras suelen pesar algo más de tres kilos y los machos adultos pueden alcanzar los cuatro kilos y medio. Se incluye en la categoría II de FIFE, como gato de pelo Semi-Largo, y hoy día se reconocen las mismas variedades de color que al Maine Coon y al Bosque de Noruega. Dos adjetivos lo definen: * EQUILIBRIO * ELEGANCIA
Hay un curioso contraste entre la
fina osamenta y el cuerpo musculoso de un Angora Turco, pues este gato, aunque
pueda dar una primera impresión de fragilidad y delicadeza, es un auténtico
atleta capaz de realizar saltos "en suspensión" como el más reputado jugador de
baloncesto, ejecutar equilibrios sobre el quicio de una puerta como si se
tratase de un funambulista circense o trepar por los tabiques más delgados de
una casa con la energía y la testarudez de un soldado bien adiestrado…
La cabeza
del Angora Turco es de tamaño pequeño a mediano,
suavemente cuneiforme,
y su afilado hocico se
funde en las mejillas sin que haya una marcada depresión detrás de las
almohadillas de los bigotes (lo que conocemos como "pinch"). Las
orejas
son grandes, situadas bastante
altas en la cabeza y ligeramente
puntiagudas. Los
ojos
también son grandes, ovalados y algo oblicuos,
y pueden ser de cualquier color: ámbar, cobre, verde, azul o dispares (en los
ejemplares de color blanco). Perfil
recto, con una ligerísima curva, pero sin stop. Mentón suavemente redondeado, cuyo
extremo forma una línea perpendicular con la nariz.
El
cuello ha de ser delgado y elegante.
El cuerpo, como dijimos,
largo
y esbelto pero musculoso; las patas traseras son más
altas que las delanteras. Las almohadillas plantares son pequeñas, con tufos
entre los dedos. El manto carece de subpelo,
es largo y sedoso,
extraordinariamente suave al tacto, y puede formar un vaporoso collar en el
cuello, sobre todo en los machos adultos (hacia los dos-tres años). La cola de un Angora
Turco es grácil, ahusada, de raíz ancha pero
acabada en fina punta, como una pluma, y suele
estar baja con respecto al cuerpo, si bien cuando el animal se desplaza deprisa
puede incluso alcanzar la cabeza. En conjunto, el Angora Turco debe dar una impresión de proporción y ligereza. La combinación de un cuerpo esbelto, largo, con patas traseras altas y cola ahusada en dirección a la cabeza y las orejas, produce un efecto de movimiento flotante y vaporosa elegancia.
Aunque, como vimos, el blanco es el color
tradicional característico del Angora Turco (mientras que, por el contrario, en
la mayoría de las otras razas es bastante raro), actualmente sólo se excluyen
los pointed, chocolate, lila, cinnamon, fawn y la coloración de tipo burmés.
Defectos
descalificatorios: cuerpo de tipo Persa.
CARÁCTER
Y TEMPERAMENTO
Quien elija como compañero a un Angora Turco
se encontrará con un gato inteligente,
activo, fiel y cariñoso.
El Angora Turco siente fascinación por
escalar los lugares más inaccesibles de la casa, le encanta trepar a lo más
alto y contemplar sus dominios desde el lugar más elevado. Sin embargo, sabe
sortear los obstáculos con exquisita delicadeza, y las figuritas de porcelana,
la refinada marquetería y los pequeños tesoros decorativos quedan siempre a
salvo de forma milagrosa… siempre y cuando no contrariemos sus decisiones,
pues en ese caso es posible que su protesta nos haga reflexionar sobre la
oportunidad de nuestro desafío. Hay que convencerle con palabras afectuosas,
mimos y caricias. Posee un carácter fuerte y arrogante, y no soportará un
trato despótico o rudo.
Dotado de una sorprendente inteligencia, el
Angora Turco es capaz de reconocer un vocabulario básico (hasta un máximo de
diez palabras) y de aprender determinados "juegos": practicará el
"hockey" con cualquier pelota pequeña (¡o, en su defecto, con las
bolitas de pienso!) y algunos ejemplares incluso son capaces de recoger la
pelota o el juguete que les lanzamos y traerlo en la boca. Conservan fuertes
instintos como depredadores (les encanta jugar a "cazar" ratones de
tela o cuerda, en especial los que están rellenos de arena) y necesitan juegos
que les permitan liberar su exceso de energía. Les encantan los juguetes
interactivos y aprenden con facilidad a comunicarse de forma lúdica con sus
propietarios. http://www.youtube.com/watch?v=tXrIuXsGgCs
Curiosamente, a pesar de esta apariencia
indomable, el rasgo más destacado del carácter del Angora Turco es su
afectuosidad. Es un gato enormemente cariñoso, devoto de su dueño y capaz de
demostrar una extraordinaria paciencia con los niños.
Eso sí, es un ser muy independiente, prefiere convivir con un único humano y
no siempre acepta a otros congéneres o, si lo hace, necesita su tiempo. Incluso
sé de una criadera de Angoras Turcos donde un pobre y único British ha de
permanecer siempre encerrado en una habitación independiente, porque los TUA se
niegan a aceptarle en su exclusiva y distinguida sociedad…En la mayoría de
los casos, el Angora Turco tiene un favorito en la familia, a quien sigue de
habitación en habitación y a quien da constantes y refinadas muestras de
afecto (restregando su cabeza y su hocico contra sus piernas e incluso lamiendo
sus manos y rostro).
Les encanta participar de la vida cotidiana,
y la llegada de una visita, un mueble nuevo o, simplemente, las bolsas de la
compra en el suelo de la cocina, constituyen una excitante experiencia para este
gato curioso y simpático que no se detendrá a la hora de hacer payasadas:
meterse dentro de una caja de pizza vacía, saltar por toda la casa dentro de
una bolsa de papel o patinar sobre el parquet encerado persiguiendo una
golosina…Si te dispones a hacer la cama, tu Angora encontrará una maravillosa
diversión saltando sobre el colchón para "cazar"
sábanas y edredones. Si abres el armario para elegir la ropa que quieres
ponerte en esa ocasión tan especial, tu Angora decidirá rápidamente por ti…
así que te conviene tener las puertas de los armarios bien cerradas o disfrutar
de cierta pacífica intimidad a la hora de vestirte.
Algunas veces, el Angora Turco demuestra su
excepcional inteligencia manipulando a su compañero humano, de quien suele
conseguir siempre aquello que desea. Está dispuesto a subirse en tu hombro,
"purruquear" mimoso, maullar ( y el Angora es un gato muy vocal,
dotado de multitud de registros, hasta el punto de que es capaz de emitir
sonidos muy parecidos a los humanos) y ronronear después entre tus piernas
panza arriba… hasta que le sirvas su lata de comida favorita (siempre en su
plato, por supuesto) o le alcances ese objeto inaccesible que ha excitado su
curiosidad. Sin embargo, todas estas extraordinarias cualidades se ensombrecen casi siempre a la hora de exhibir un Angora Turco en una exposición felina. Detestan el ruido, las luces, los olores extraños, el incesante movimiento, los viajes y, sobre todo, les resulta insoportable sentirse encerrados en una pequeña jaula, ellos que aman los espacios libres y la tranquilidad de su hogar. Exponer un TUA exige grandes dosis de paciencia y una gran dedicación, pues se ha de acostumbrar al gato paulatinamente a ser acicalado, manipulado, elevado, aplaudido… pero cuando se consigue, el resultado es magnífico:) EL VAN
TURCO, UN PRIMO LEJANO
Aunque se trata también de un gato de pelo
Semi-Largo, hay bastantes diferencias morfológicas entre un Van y un Angora
Turco. El Van, también llamado "gato nadador" y Van
Kedi, se caracteriza por el color blanco tiza del cuerpo que contrasta con
determinadas manchas de color crema o rojo en la cola y en la base de las
orejas. Asimismo, son los únicos gatos bicolores que lucen ojos dispares: el
Van ideal tiene un ojo azul y otro ámbar. La raza se desarrolló a partir de
1955, cuando la primera pareja de gatos, Van Attala y Van Güzelli Iskenderün,
llegó a Inglaterra gracias al interés de dos fotógrafas (Laura
Lushington y Sonia Halliday) que habían realizado un reportaje en la zona del
Lago de Van, en Turquía. En 1982, Barbara y Jean Reark importaron a los Estados
Unidos algunos ejemplares de Francia y Holanda, y la raza fue reconocida
oficialmente en 1985. Principalmente,
se distingue del TUA por: ·
Una constitución física más pesada, es mucho más musculoso que el
Angora y su cuerpo es más corto ·
La cabeza también es más corta, despuntada y triangular ·
El mentón es más firme y rotundo ·
La puntas de las orejas están ligeramente redondeadas · Cola de longitud media, no tan larga y vaporosa como en el Angora
En agosto de 2004 me presenté como candidata a la Secretaría del Breed Council Angora Turco en FIFe y fui elegida democráticamente. Desde mi posición, traté de defender dos propuestas: 1) que los jueces FIFe se atuvieran al standard FIFe a la hora de juzgar al Angora Turco, olvidando los parámetros de CFA o TICA, donde se valoraban siempre los ejemplares más extremos 2) que el TUA en su variedad colorpoint fuese reconocido por FIFe Mi postura siempre crítica en el seno de una federación tan decimonónica, monolítica y antidemocrática como en realidad es FIFe, así como una serie de duros enfrentamientos con Mme. Knyova y su defensor Eric Reijers (Secretario a la sazón de FIFe), impulsaron a este último a solicitar de ASFE que se me expulsase como miembro para así él poder 'dimitirme' como Secretaria del Breed Council. Así se hizo y a los pocos días ya se había nombrado 'a dedo' a Pia Nyman (jueza finlandesa de la cat. II) como nueva Secretaria del BC_TUA. Hecho esto, el club finlandés Kissaliitto elevó una propuesta para modificar el standard del Angora Turco, propuesta que de inmediato fue aprobada en la Asamblea General de FIFe (mayo 2006), pese a la protesta de Dinamarca, entre otros grupos. Este es el ominoso cambio promovido por las altas instancias de FIFe, en detrimento de la pureza, la salud y la belleza del Angora Turco original: Suomen Kissaliitto r.y.-SRK (FI) Proposal 2 - Concerning the Standard the of Turkish Angora, TUA
http://www.fifeweb.org/wp/events/evnt_ga_res_2006_04.html
EL PROBLEMA DEL
STANDARD Los jueces no siempre tienen claro el estándar que deben aplicar al juzgar un Angora Turco. El estandar de FIFE (Fédération Internationale Féline) era muy claro al respecto, pero las interpretaciones de los jueces solían ser bastante contradictorias y subjetivas. Por ello quizá, en vista de que nadie juzgaba al Angora Turco conforme al standard 'clásico/europeo' de dicha raza, FIFe ha decidido complacer a sus jueces , saltando por encima de la gran mayoría de los criadores, y ha convertido el standard europeo en un standard muy 'americano', calcado del de CFA o TICA.
Por otra parte, los ejemplares
en competición de esta raza son muy escasos, lo que explica la vacilación de
los jueces, pues en raras ocasiones tienen la oportunidad de juzgar Angoras
Turcos. Considero que podemos hablar de tres líneas: 1) la llamada rusa, con TUAs corpulentos y de esplendoroso manto, lo que les confunde en algunas ocasiones con un Bosque de Noruega; 2) la europea-o clásica, con ejemplares muy equilibrados, elegantes y de magnífico pelaje, fino y sedoso; 3) y la línea americana, extrema, que busca gatos MUY esbeltos y elegantes, con cabezas MUY bien trabajadas, ENORMES orejas erectas emplazadas en el centro, hocico afilado, larga cola y sedoso pelaje (por lo general, algo pobre si pensamos en el manto original de un Angora Turco clásico). Los criadores europeos hoy día se debaten entre ambas tendencias, aunque, quizá influidos por el gusto de los jueces, últimamente parecen preferir los Angoras Turcos de línea americana, mucho más extremos y que les garantizan un mayor éxito en exposiciones. La pregunta es: nosotros, los criadores, ¿debemos seguir las preferencias, caprichos y gustos de los jueces, o, por el contrario, son ellos los que deben juzgar conforme al standard de cada raza, definido por los consejos de raza/Breed Councils? Algunas federaciones, como FIFe, empiezan a solucionar el 'dilema' poniendo a la cabeza de los Breed Councils a sus jueces, con lo cual, son estos quienes, en realidad, tienen la potestad para dar categoría de ley a sus preferencias más personales. La comunidad de criadores de Angoras Turcos en Europa está profundamente dividida: ***de un lado, todos aquellos que tienen como 'dios' al modelo americano y que deambulan de país en país buscando 'shows' CFA o TICA donde 'lucir' a sus ejemplares más extremos (rápidamente reemplazados por otro aún más extremo), víctimas todos de una desenfrenada y loca carrera hacia el Campeonato; en el seno de esta comunidad surgieron los primeros casos de ataxia... ***y de otro, la gran mayoría, criaderos modestos, más preocupados por el bienestar y la salud emocional y física de los ejemplares que crían; apenas acuden a exposiciones, salvo que tengan lugar muy cerca de casa; buscan un tipo ideal de gato más clásico, robusto y saludable, crían una o dos veces al año y tienen una línea bien definida, su propio macho, etc. No tratan de imitar el 'american TUA style', pues hay otras prioridades. Desgraciadamente, tampoco podemos olvidar a los 'backyard breeders', aquellos criadores que trabajan fuera de la ley, sin afijo, en condiciones higiénicas lamentables, sin desparasitar o vacunar a los gatos, criando de forma vergonzosa en auténticas 'granjas reproductoras'... pero es inevitable, ya que la maldad es una condición inherente a los seres humanos que habitan este Planeta.
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UN
IDEAL DE EQUILIBRIO
ENTRE AMBOS ESTILOS...
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Breed Article:
The Elegant Turkish Angora
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NOTAS
[1] Al parecer, la reina Maria Antonieta de Francia entregó seis Angoras Turcos al capitán Samuel Clough de Wiscasset (Maine) para que los pusiera a salvo, junto con el resto de sus más preciadas pertenencias (muebles, grabados, porcelanas, plata, etc), pues planeaba escapar de la Revolución Francesa a bordo del mismo barco que condujo a los Angoras hasta Norteamérica. Sin embargo, la Reina fue conducida a la Bastilla antes de poder abandonar Francia. Se desconoce el destino de aquellos animales, que probablemente fueron puestos en libertad en Nueva Inglaterra, donde pudieron cruzarse con los gatos locales de aspecto atigrado (y, en efecto, este hipotético cruce daría un gato realmente similar, en apariencia, al Maine Coon). Maria Antonieta ya había enviado Angoras a los Estados Unidos durante la Guerra de Independencia, como regalo al Marqués de Lafayette. Véase Desmond Morris, Cat World. A Feline Encyclopedia, Penguin Books, New York, 1996, pp. 274-275. Actualmente, los más ilustrados felinófilos creen que hubo gatos de pelo largo, como los Angoras, que fueron introducidos como mercancía en pueblos costeros, en el comercio realizado por los marinos visitantes; del cruce de éstos animales con los gatos domésticos locales, resultaría, finalmente, la raza de gato americano de pelo largo que conocemos actualmente. Véase también Angela Rixon, La Enciclopedia ilustrada de las razas de gatos, Madrid, Libsa, 1998, p. 94. [2] Existía una criadora en Munich, nuestra querida amiga Sabina Loeschke, prematuramente desaparecida, que poseía cinco ejemplares importados directamente del Zoo de Ankara. Su página web, todavía accesible, explica, con abundante material gráfico de excelente calidad, la aventura que supuso traer a sus gatos desde Turquía: http://ourworld.compuserve.com/homepages/EdgarKirschner/Epinar.htm |
Indicutiblemente, este el sitio de referencia obligada sobre el Angora Turco, realizado por el mayor especialista en la materia, Michael Knubben-Winter, que durante muchos años crió Angoras Turcos con el afijo d´Inchmahome (Holanda). |
11/09/2011 22:22